jueves, 28 de julio de 2016

Colomer: Oligarquía o demagogia

Colomer plantea la cuestión de si debemos aceptar que la democracia no es viable en territorios extensos con sociedades complejas en las que sería preferible, por menos mala, una oligarquía aristocrática.
Argumenta que la democracia en nuestras actuales sociedades complejas ha dado muestras de funcionamiento deficiente cuando se trata de problemas difíciles: Referéndum del Brexit, Constitución Europea, rescate de Grecia.
Cree Colomer que la democracia pura o directa sólo sirve en un ámbito reducido en el que se abordan problemas simples por miembros que se conocen directamente, y no funciona en ámbitos amplios, con asuntos complejos, que requieren competencia técnica, distanciamiento emocional y pactos. Recuerda que Platón, Aristóteles e incluso Rousseau así lo pensaban. De hecho, en la democracia de la Grecia clásica, en el ámbito reducido de la polis, primero se decidían las políticas y luego se elegían a sus ejecutores, que apenas tenían margen de maniobra. Por el contrario, James Madison, en la formación de los EEUU, distinguió entre 'democracia' y 'república'; siendo la primera la que corresponde a la democracia pura, en la que un pequeño número de ciudadanos se autogobiernan; y la segunda la del gobierno representativo, en el que los electos se reúnen para administrar el gobierno en nombre de los ciudadanos. Por su parte, Edmund Burke, en la Cámara de los comunes británica, aportó la doctrina de la independencia de los representantes, que se consagró en el resto de constituciones. Y así, el gobierno representativo sustituyó la idea de democracia como gobierno de masas por la promesa del gobierno por los mejores, la clásica aristocracia: Primero se eligen los representantes, y luego éstos toman, con bastante autonomía, las decisiones en nombre del pueblo. En el s. XX ya se vió que esto daba mucha importancia a los partidos políticos, puesto que  en ellos se engendran los líderes electos. Cuando la honestidad y la cualificación de los representantes falla, entonces se incumple la promesa aristocrática del gobierno de los mejores, y la fórmula termina en oligarquía (aunque los gobernantes pueden ser destituidos por los gobernados). Del otro lado, la democracia directa degenera en demagogia, como se ha visto en referendums recientes.
De modo que, según Colomer, en la actualidad las formas alternativas de gobierno no son democracia y aristocracia, sino sus versiones perversas: demagogia y oligarquía.
Colomer, Josep. "Oligarquía o demagogia". El País, 25.07.2016.

sábado, 9 de julio de 2016

Averroes y la teoría de la doble verdad

Averroes  nació en la península ibérica, en Córdoba, allá por el año 1126. Es uno de los grandes filósofos de la Edad Media, reconocido y admirado por Santo Tomás de Aquino, pese a que Ibn Rushd, conocido en occidente como Averroes, era musulmán. Su influencia en la filosofía medieval europea es patente. Baste decir que una corriente de pensamiento medieval de la época se denominó "averroísmo latino". Dante, que en la Divina Comedia puso a Mahoma en el infierno, sin embargo dejó a Averroes y Avicena en el limbo, y a un averroísta latino, Sigerio de Brabante, en el cielo. La aportación de Averroes es crucial y de plena actualidad porque indagó acerca de los límites entre lo que nos dice la religión y lo que nos dice el saber filosófico. De hecho Averroes se enfrentó a al-Ghazali (1058-1111), quien, con su obra Destrucción de la Filosofía (Tahafut al-Falasifa), atacaba a los filósofos en veinte puntos principales, criticando fundamentalmente a los filófosos musulmanes, como Avicena y otros, a través de los cuales penetraba en el Islam un "peligroso" aristotelismo; por eso al-Ghazali defendió contra los filósofos la verdad de la resurrección de los cuerpos y la realidad del paraíso y del infierno, además de criticar la noción de causalidad. Averroes respondió con su obra Destrucción de la destrucción (Tahafut al tahafut, aprox. 1180), acusando de inconsistencia a al-Ghazali, pues éste criticaba a la filosofía haciendo filosofía. Es notable que la crítica de al-Ghazali anticipó en cierta forma la crítica de Hume (s. XVIII) a la noción de causalidad.  Averroes se explayó criticando los argumentos de su antecesor. Si al-Ghazali defendía la noción coránica de la creación del mundo, Averroes la criticaba puesto que si hubo una creación, tendría que haber la nada antes de ella, lo que no tiene sentido, pues no tienen sentido ni el no-ser ni el tiempo vacío. El aristotelismo de Averroes intentaba conciliar la idea de la creación coránica con la noción aristotélica del primer motor inmóvil que actúa en una creación eterna por la eterna actualización de la potencia en acto.
Averroes, con turbante y bigote, tras Pitágoras que escribe (detalle de La escuela de Atenas, Rafael)
Averroes llegó a ser médico de Abu Yaqub Yusuf, el califa almohade de al-Andalus (norte de África y la península ibérica). Los almohades (Al-Muwahhidun, en lengua árabe: "los que reconocen la unidad de Dios") se habían enfrentado e impuesto a los almorávides, que habían fracasado en su intento de hacer fuertes los estados musulmanes y detener el avance cristiano en la península ibérica. Los almohades buscaban una interpretación más rigorista del islam, y por eso las posiciones a favor de la preeminencia de la filosofía por parte de Averroes le valieron el exilio en 1195 por orden de Abu Yusuf Yaqub al-Mansur, aunque fue restituido poco antes de su muerte en Marruecos en 1198.
La condena al exilio es sintomática de la posición de Averroes según la cual la verdad de la filosofía tendría preeminencia sobre la de la teología, lo que sería difícilmente aceptable por la ortodoxia islámica. Para Averroes la filosofía es la única que alcanza una formulación plena de la verdad, mientras que la teología simplemente intenta adentrarse en la verdad mediante narraciones, símiles, metáforas, fórmulas alegóricas, para hacerla inteligible al ser humano ordinario, iletrado. La filosofía alcanza la verdad sin barnices, libre de trampas de la imaginación. La teología entonces, para Averroes, quedaba subordinada a la filosofía. La filosofía de Aristóteles es su modelo, e intenta compatibilizarla con el Islam y sus leyes (sharia).
Lo que parece fuera de toda duda es que Averroes no asumió en ningún momento una teoría de la doble verdad según la cual podría defenderse una verdad filosófica por un lado y al mismo tiempo defender justo la posición contraria en tanto que verdad teológica. ¿Por qué, entonces, hoy día siguen habiendo afirmaciones en el sentido de que Averroes defendió la teoría de la doble verdad? Algún historiador de la filosofía ha contribuido a ello:
  • Averroes had necessarily to attempt a reconcilition of his philosophical ideas with orthodox Islamic theology, especially as those were not wanting who were ready to accuse him of heresy because of his devotion to a pagan thinker. He accordingly attempted this reconciliation by means of the so-called 'double truth' theory. This does not mean that according to Averroes, a proposition can be true in philosophy and false in theology or vice versa: his theory is that one and the same truth is understood clearly in philosophy and expressed allegorically in theology." (Copleston, Frederick. A History of Philosophy, vol 2. p. 198-199).
Cuando en el s. XIII llegaron a París las obras de Averroes en las que se ofrecía una filosofía aristotélica, se creó entre los cristianos el movimiento de seguidores denominado "averroísmo latino" que contenía afirmaciones aristotélicas. Por ejemplo, defendieron la eternidad del mundo, lo que parecía ser contrario a la tesis cristiana de la creación del mundo. Dios sería el eterno motor inmóvil aristotélico. También defendieron que el alma de cada hombre individual es mortal, corruptible. Y sólo es inmortal el entendimiento en tanto que especie. Como estas tesis parecian poner en cuestion algunos principios de la fe cristiana, los averroístas latinos añadieron en su defensa la doctrina de la doble verdad, de modo que podría haber una verdad de fe y otra de razón, contrarias pero compatibles. No estaban, pues, según ellos, atentando contra la fe. El averroísmo latino fue condenado por la ortodoxia cristiana y Sigerio de Brabante tuvo que abandonar la Universidad de París.
En realidad lo que se estaba reproduciendo es la confrontación de la Grecia clásica entre Platón, en la versión del agustinismo platónico, frente a Aristóteles, que llega al mundo cristiano de la mano del musulmán Averroes, pasando por el averroísmo latino,  hasta llegar a Santo Tomás de Aquino
Santo Tomás de Aquino no aceptó las tesis del averroísmo latino, pero encomendó su obra a hacer compatible el aristotelismo con el cristianismo definiendo los ámbitos en los que tiene prioridad la fe y aquellos otros en los que prevalece la razón
Así pues, hay un paralelismo entre las tareas de Averroes y Santo Tomás de Aquino, pues ambos intentaron integrar a Aristóteles en sus respectivos credos religiosos, aunque para Averrores la razón filosófica conservó la preeminencia.
La escuela de Atenas, por Rafael Sanzio, año 1509. Encargo del Papa Julio II

domingo, 3 de julio de 2016

Dinero y saber: George Steiner

Pregunta: Habla usted de la utopía y de su contrario, la dictadura de la certidumbre…
  • Respuesta: Muchos dicen que las utopías son idioteces. Pero en todo caso serán idioteces vitales. Un profesor que no deja a sus alumnos pensar en utopías y equivocarse es un muy mal profesor.
Pregunta: No se sabe bien por qué el error tiene tan mala prensa, pero el caso es que en estas sociedades exacerbadamente utilitarias y competitivas la tiene.
  • Respuesta: El error es el punto de partida de la creación. Si tenemos miedo a equivocarnos jamás podremos asumir los grandes retos, los riesgos. ¿Es que el error volverá? Es posible, es posible, hay algunos atisbos. Pero ser joven hoy no es fácil. ¿Qué les estamos dejando? Nada. Incluida Europa, que ya no tiene nada que proponerles. El dinero nunca ha gritado tan alto como ahora. El olor del dinero nos sofoca, y eso no tiene nada que ver con el capitalismo o el marxismo. Cuando yo estudiaba la gente quería ser miembro del Parlamento, funcionario público, profesor… hoy incluso el niño huele el dinero, y el único objetivo ya parece que es ser rico. Y a eso se suma el enorme desdén de los políticos hacia aquellos que no tienen dinero. Para ellos, solo somos unos pobres idiotas. Y eso Karl Marx lo vio con mucha anticipación. En cambio, ni Freud ni el psicoanálisis, con toda su capacidad de análisis de los caracteres patológicos, supieron comprender nada de todo esto.

Dinero y saber: Koolhaas

Pregunta. ¿Qué tiene contra la comodidad?
  • Respuesta. Que te anula. Con exceso narcotiza.
P. Su cruzada en contra de la pereza que en su opinión invade Europa ¿tiene un origen religioso?
  • R. Seguro que sí. Pero no cristiano. Crecí en Indonesia y aunque me educaron en el ateísmo, el país era muy religioso. El islam me enseñó cómo la naturaleza ofrece consuelo y cómo la cultura inmaterial es más importante que la material. Eso me ha dado de por vida un punto de vista desde la izquierda.
P. ¿Cuando habla de comodidad incluye el dinero?
  • R. El dinero no me ha interesado nunca. Creo que es una cuestión generacional.
P. Muchos arquitectos de su generación están obsesionados con el dinero.
  • R. Escuché por primera vez la palabra economía cuando tenía 40 años.
P. ¿No es un hombre rico?
  • R. No. El dinero que he ganado lo he invertido en el estudio, en libros, en experimentar.
Koolhaas, Rem.  Entrevista por Anatxu Zabalbeascoa en El País, 01.07.2016.